La fantástica 1ªT de How to make it in "New York"
Los comienzos de How to make it in America fueron un tanto extraños, todos caimos rendidos ante la fotografía, la música, ese New York que se respiraba en cada escena, pero nos faltaban los pilares que sustentan toda serie: por un lado los personajes y por otro las tramas, y afortunadamente no tardaron mucho en mostrarnos sus cartas, y por lo visto en esta escueta primera temporada, tenían un póker.A partir de aquí, algún que otro pequeño spoiler de lo que ha dado de si esta breve temporada.
El inicio nos mostraba las ganas de Ben y Cam por salir de la mediocre vida en la que se encuentran, y dado el talento del primero y los cantactos y caradura del segundo deciden emprender el sueño de sus vidas: crear su propia firma de vaqueros.
Al menos ese es el punto de partido, porque no tardan en darse de bruces contra la cruda realidad, ya que abrirse paso en un mundo tan competitivo como el de la moda no será fácil. Tras el primer revés que se llevan con los jeans parece que no podrán remontar, ya que su situación económica es más que precaria (con decir que Ben dejó de pagar su alquiler para hacer la priemra muestra...), pero un golpe de suerte les coloca de nuevo en el mercado ya que la camiseta que lleva puesta Ben es del agrado de un distribuidor quien les hace su primer encargo. Una de cal y otra de arena, como la vida misma.
Y es que si algo caracteriza a esta serie (además de New York) es la cercanía con la que se nos cuentan las cosas, el lenguaje coloquial y directo, la familiaridad con la que se presentan las situaciones, la cotidianidad de los personajes y las situaciones, y es precisamente esto lo que hace de How to make it in America una serie digna de entrar en el radar de cualquier seriéfilo que se precie.
Pero no solo de los dos protagonistas vive la serie, sino que aunque sea en un segundo plano tenemos el negocio de Rene y la vida de Rachel tras su ruptura con Ben, y aunque no profundicen mucho en sus hitorias, ayudan a conformar el cuerpo de la serie y enriquecen a la pareja protagonista, dándoles más aristas a sus caracteres.
Personalmente, me han gustado mucho las idas y venidas de Ben con Rachel y con la chica de las camisetas.
A partir de este encargo de camisetas el negocio comienza a despegar, pero cuando todo parece ir bien las cosas se tuercen de nuevo fruto del robo de la camioneta en la que se encuentra el cargamento de camisetas. Afortunadamente en el último momento descubrimos que era todo una jugarreta de Rene para sacar el mayor partido a su vehículo y todo se queda en un susto.
El negocio continúa, y con él la segunda temporada, la cual espero con auténticas ganas.
Sin hacer mucho ruído How to make it in America ha ido creciendo poco a poco, enganchándonos a sus tramas, las cuales sin ser emocionantes o trepidantes han conseguido involucrarme, consiguiendo que con tan solo 8 capítulos sea tan complice de las aventuras de Ben y Cam que ya les eche en falta.
4 comentarios:
Me quedo con el último párrafo. La serie ha sido increíble y eso que el inicio fue algo dubitativo. Por poner un pero, aunque chiquitín, es la trama de Rachel. Sólo al final la han sacado partido.
7 de abril de 2010, 12:05Ya estoy esperando la segunda!!!
Saludicos.
Pd. ¿Comercializarán las camisetas? Porque me molan mucho ;P
Exacto, la serie no tiene tramas complejas ni giros de guión pretenciosos, narra desde la cotidianidad la lucha de dos amigso por cumplir sus objetivos, con una gran ambientación y unos personajes geniales. Brillante primera temporada, que se ha hecho terriblemente corta, espero con ansias la siguiente.
7 de abril de 2010, 12:19Sigo pensando que debían haber reforzado un poco más a algún secundario que anda perdido por la serie, pero en general ha estado bien, la música genial, y la trama de mitad de la temporada hacia delante, mucho mejor.
7 de abril de 2010, 13:34Wow... pues la tendré muy en cuenta, la verdad es que la serie ni me sonaba. :S
7 de abril de 2010, 20:40Publicar un comentario