Skins: Una de cal y otra de arena.

Skins: Una de cal y otra de arena.

Ya lo decían Alx y Ánade, que en lo referente a las series, mucho es cuestión de espectativas, y quizás es lo que me ha pasado con Skins, porque reconozco que es una serie más que decente, pero me espeaba tanto después de todas las buenas críticas leídas que al final se me quedó a medio gas.

Bien es cierto que esta primera temporada se me ha hecho corta, lo que siempre es un buen síntoma, sobretodo debido a que las relaciones Sid-Cassie y de Chris y la profesora me encantan, y a que Tony me resulta un personaje muy interesante (joven popular y manipulador que no puede faltar en una serie que se precie). El resto de secundarios, por ahora no me llaman mucho la atención, ya que están desaprovechadísimos (por cierto, casi abandono la serie en el episodio sobre Jal, que aburrimiento por favor!).

Uno de los principales factores positivos que se destaca en la blogsfera de la serie es la mayor verosimilitud de ésta en relación a otras series de la misma temática, pero es precisamente esto lo que más me ha chocado, ya que muchas de las situaciones, e incluso algunas tramas, me han parecido un poco exageradas (por no decir irreales). Ejemplos de esto son todo el episodio desarrollado en Rusia (desde el lio de Anwar con la rusa casada hasta que Tony tuviera un rollito gay), la facilidad pasmosa con la que roban coches, que absolutamente todos los personajes tengan conflictos con los padres (sino con ellos, entre ellos, ninguno tiene una familia sin problemas), que encierren a Sid en el centro psiquiátrico sin más, o que Effy entre y salga de la comisaria...no digo que todo esto me parezca mal, sino que con todo lo que había leído sobre la serie, no me esperaba que sucedieran cosas de este tipo.

Pero si algo hay que destacar de la serie son sus personajes, ellos si que creo que son bastante verosímiles, aunque con ciertos matices. Si que puedo encontrar ejemplos reales en cada uno de ellos, y es precisamente por esto por lo que la serie gana enteros.
Si me tuviera que quedar con uno, sería sin duda con la gran Cassie, ya que constituye toda una revelación en si misma, ya que hasta ahora no había visto un personaje similar en ninguna serie de estas carcaterísticas (me atrevería a decir que en ninguna). Cassie es genial por que es muy original, porque aporta frescura, simpatía, buenas dosis de locura, incluso dramatismo, y porque no decirlo, porque es adorable. Y bueno, porque su relación con Sid, o mejor dicho, su no-relación con él es todo un punto a favor de la serie.

En definitiva, que a pesar de haberme gustado esta primera temporada (con un final muy interesante por cierto), Skins no ha sido la serie que me esperaba, ni mucho menos. Pero bueno, los entendidos aseguran que mejora en la segunda temporada, asi que habrá que verla...