Mucho que perder, poco aburrimiento
Mucho que perder, poco que ganar es la nueva apuesta de Globomedia para la sobremesa de La Sexta, por lo tanto este concurso con famosos viene siendo la primera apuesta seria por parte de la cadena para levantar la franja tras el cierre de Se lo que hicisteis...
Probablemente sea pronto para evaluar sus datos de audiencia (entorno al 4%, flojo pero superando a las ofertas de la competencia: Otra Movida en Neox y No le digas a mamá... en Cuatro) porque habrá que dejarle dos semanas de margen para ver si va ganando popularidad, se estanca o pierde interés, pero por el momento podemos hacer una primera valoración de lo que el formato nos está ofreciendo.
Lo primero sería explicar un poco el concurso para aquellos que no lo conozcais todavía. Presentado por Anabel Alonso el concurso consiste en una serie de pruebas ágiles y divertidas a los que se enfrentan los 3 famosos que acompañan en la presentadora en cada programa. Lo primero que hay que decir es que no es un concurso serio, ni mucho menos, ya que desde el minuto uno los concursantes se copian respuestas, consultan y hacen cualquier tipo de triquiñuela para conseguir puntos, así como la mismísima presentadora, aunque ella en menor medida.
Las pruebas en si son de lo más variopinto, desde la sección de Chiquito en la que nos describe con su peculiar vocabulario y humor una palabra ha adivinar, hasta la canción de Leonardo Dantes describiendo a un personaje, pasando por las pruebas de Renata en la que hay que adivinar lo que se encuentra dentro de una caja, el peso o el coste de algún producto.
Además de estas divertidas pruebas yo me quedo con tres secciones originales: la prueba musical, en la que tienen que hacer girar un disco corriendo sobre él para poder escuchar la melodía y adivinar el titulo o intérprete; el cue, donde el famoso tiene que leer noticias en el cue y adivinar una serie de palabras que aparecen borradas; y la prueba de matemáticas, en la cual un grupo o cantante versiona una de sus canciones incluyendo una serie de operaciones matemáticas para hallar el resultado.
Además de estas pruebas existen otras muchas más, siempre breves y entretenidas que añaden velocidad y dinamismo al programa de una hora de duración.
La prueba final consiste en una ronda rápida de preguntas para todos los participantes, siendo el más veloz en pulsar el que responde, donde siempre se alma un buen lio entre ellos resultando tremendamente divertido.
¿Cuál es el fin de este concurso? Pues nada más que el entretenimiento puro y duro. ¿Hay algún premio? Pues no, simplemente no ser un loser, no quedar mal ante el público. El paso de los famosos por el concurso se prolonga en dos partes, como los partidos de futbol, emitiéndose cada parte en un día. El que va perdiendo al final de la primera parte canta la canción del programa donde se proclama perdedor, y el que termina en última posición tras los dos programas se mete en la "pecera del pánico" donde recibe una ducha mientras canta (si, al más puro estilo ¿Qué apostamos?).
Concluyendo, que Mucho que perder, poco que ganar es una buena apuesta para las sobremesas, ágil y divertida, una hora de entretenimiento que conseguirá que retrasemos nuestras siestas cada día.
1 comentarios:
La verdad es que ha sido una grata sorpresa y de momento me entretiene la hora de la comida. El gran problema, pero a la vez el gran atractivo serán los famosos. Vamos que si son graciosetes, mejor.
6 de octubre de 2011, 8:08Saludicos.
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