5 sept 2009

El sexo y las series (II)

Para todo aquel que no haya tenido a bien leer la parte I de este post, le emplazo para que no pierda detalle. Mientras tanto, continuamos repasando la utilización del sexo en nuestras series favoritas.

Una de las series más exitosas y populares de los últimos tiempos, como es Sexo en NY, haciendo honor a su título, tenía como premisa la relación de cuatro amigas con su sexualidad teniendo la columna de Carrie como pretexto. A pesar de esto, una vez ahondado en la serie, lo que en realidad nos encontramos es una historia sobre el amor, pero sobretodo sobre la verdadera amistad.
El sexo es el hilo conductor de las aventuras y desventuras de estas cuatro amigas, y cada una de ellas lo vive de una forma diferente.

A Carrie podríamos considerarla como la más normal de todas, el espejo en el que cada mujer puede verse, con la que es más fácil identificarse. No suele buscar parejas sexuales de una noche, aunque si posse "follamigos" con los que poder quedar en momentos de necesidad, ella más bien tiene relaciones estables y aunque no siempre le funcionen bien, al menos esa es su intención (en muchas ocasiones solo le duran unas cuantas semanas, pero su idea no es la búsqueda de sexo).

Podría decir que Miranda, su mejor amiga, tiene unas características bastante similares, y de hecho a lo largo de la serie no tienen muchas parejas sexuales, en la mayoría de los casos es con su pareja. De hecho, en las incontables salidas nocturas que realizan (y que tanto dan de si) es ella la que menos escarceos protagoniza, y siendo sinceros, ni siquiera sale a ligar como si hacen el resto de sus amigas. Ella no lo necesita, con sus juguetitos ya parece tener suficiente...

En cuanto a Samantha, qué decir del gran personaje de la serie que no se haya dicho ya por aqui, la que mejor momentos nos ha hecho pasar (casi simpre recae sobre ella el lado cómico) y la que vive más libremente su sexualidad. Ella es una mujer sexualmente activa y lo demuestra, vive plenamente su sexualidad y no se corta un pelo, ni a la hora de practicarlo ni a la hora de hablar sobre ello. El sexo es algo natural y como tal así lo vive, sin importarle lo que piensen de ella.
Desde este humilde blog Samantha siempre será venerada...

En el lado opuesto a Samantha nos encontramos con Charlotte, quien vive su sexualidad de una manera más reprimida (con decir que su sexo llega a tener depresión queda todo claro xD), ella busca el marido ideal, busca al padre de sus hijos, a alguién con quien compartir su vida y para ella, eso no es compatible con una vida de libertinaje. O por lo menos esa es su idea, porque echando la vista atrás vemos que es una de las que por más camas ha pasado, aunque eso si, siempre ha sido muy discreta y recatada en cuanto a ello.
La verdad es que siento uan especial debilidad por Charlotte y por su búsqueda del amor, siempre me ha parecido un personaje muy tierno con el que resulta fácil encariñarse. Además, la contraposición con Samantha siempre deja momentos muy divertidos.

Pretendía hablar de más series, y me he liado y ha quedado un monográfico de Sex and the City, pero bueno, ella lo merece, que por algo es una de mis favoritas.

4 comentarios:

satrian dijo...

A Samantha se la venera y se le reza que da buenos resultados je je.

5 de septiembre de 2009, 20:17
David Saltares dijo...

Jejeje, me ha gustado la manera de enfocar el post. Sex and the City es una serie que quería ver desde hace tiempo y ahora me han entrado más ganas.

¡Saludos!

5 de septiembre de 2009, 20:47
Fhilippos dijo...

Sexo en NY también es de mis favoritas y por desgracia es una gran condenada... Que si la acusan de sexista, de serie para mujeres y no sé qué más y en verdad es una de las mejores comedias que se han hecho.

Como bien dices, no es una serie sobre sexo sino sobre el significado de la verdadera amistad.

Gran entrada! ;)

5 de septiembre de 2009, 23:00
Álex dijo...

Yo soy fan de Miranda, es la que más me gusta, con diferencia, de las cuatro. Me gusta su humor y su forma de ver la vida. A ver si recupero la serie, que la dejé parada en la cuarta temproada.

6 de septiembre de 2009, 21:01