¿A new bitch is here?

¿A new bitch is here?

Por todos es sabido que las audiencias de Gossip Girl tanto la temporada pasada como está no están siendo gran cosa, sobretodo porque los chicos del Upper East Side ya no son lo que eran, lejos queda la maldad de Chuck o los artimañas de Blair, y esa mala leche era la esencia de la serie (junto con todo el glamour, las fiestas y NY), lo que la diferenciaba del resto de series teen que pueblan la parrilla de su cadena.

Si a esto le sumamos unas tramas un tanto sosas, el resultado son los escasos dos millones que siguen el arranque de esta tercera temporada. Hacía falta un revulsivo, y parecía que con la vuelta de Georgina como personaje más o menos fijo volverían las putadas, las envidias y los jueguecitos, pero parece que se ha quedado a medio gas, sus entramados son bastante sencillos y muy inocentes, no es la Georgina que nos enamoró al final de la primera temporada, sino una Jenny venida a menos (y eso es mucho decir, porque Jenny nunca tubo un ápice de carisma, ni cuando su locura como diseñadora).

Así que viendo el panorama, la noticia de que Hilary Duff se incorporaba al cast esta temporada fue recibida como agua de mayo en este blog, pero a la vista de su primera intervención no parece que vaya a ser la arpía que esperaba, es más, si hubiesen sustituido a Serena por ella no me habría dado ni cuenta.
Si, que una estrella de Hollywood llegue a la universidad donde residen nuestros protagonistas está bien, pero resultaría interesante si se las diese de diva y despreciase a la mismísima Blair, así tendríamos a nuestra Blair de vuelta, luchando por recuperar la corona que le pertenece. Pero no, no ha sido así, Hilary ha llegado para pasar desapercibida, para tener un rollete MUY soso con Dan que poco o nada tiene que aportar a la vida del resto. ¿Para esto pagan a una "estrella"?

Me da un poco de pena decirlo, pero como la cosa no mejore mucho en un par de capítulos, Gossip Girl no pasará la criba de este arranque de temporada en el que tantas cosas hay que ver.