Sobre la brillante 4ª temporada de Dexter
Se que mucho se ha escrito ya, y sin duda mejor de lo que lo haré yo, sobre esta fantástica 4ª temporada de Dexter pero una temporada como esta se merece todos los elogios posibles, por lo que aqui mi particular análisis de lo que nuestro asesino preferido nos ha dado en estos intensos 12 capítulos.A partir de aqui, spoilers plagando el texto, si no has visto la última temporada de Dexter corre a hacerlo y después vuelve a pasarte por aqui.
La season premier comenzaba con un trepidante capítulo en el que veíamos como Dexter acusaba compaginar su rol de padre de familia, con su trabajo y sobretodo con el oscuro pasajero que lleva dentro, y fruto del cansancio que esto le estaba ocasionando vemos como tras cometer el primer asesinato de la temporada sufre un accidente de coche. La incógnita residia en si todavía conservaba el cadáver en el maletero o si ya se había deshecho de él. Para alivio de todos, pudimos respirar tranquilos al descubrir que lo habia dejado todo bien atado y que Dexter estaba sano y salvo. Pero esto solo era un aperitivo de lo que a Dexter le esperaría esta temporada, esta carga de trabajo iba a estar cada vez más presente y tarde o temprano le acabaría pasando factura.
Por si tuviera poco con todo lo que estaba lidiando, un nuevo y aterrador asesino se encontraba en la ciudad, Trinity, y con él regresaba tambien Lundy para darle caza. Por un lado teníamos a un sanguinario asesino que mataba en ciclos de tres: joven desangrada en una bañera, salto "suicida" y apaleamiento a martillazos, que más tarde descubriríamos que se completaba con el entierro de un niño; y por otro lado, teniamos de vuelta al agente Lundy, alguien que por su inteligencia siempre inquietaba a nuestro protagonista y que además, revolucionaba a Deb tanto sentimental como profesionalmente.
Laguerta y Baptista por su lado se veían inmersos en una relación sentimental que ponían en peligro sus puestos de trabajo, pero habilmente decidieron casarse para evitar cualquier posible despido. A decir verdad esta trama ha sido lo más insulso de la temporada, no se si le sacarán jugo más tarde, pero en esta temporada no ha aportado nada.
Sin embargo, la relación que si ha resultado intersante ha sido la de Quinn con la reportera Christine, quien al principio parecía estar con él solo para sacar tajada para su trabajo pero quien finalmente se ha revelado como un personaje muy interesante porque sus intrigas iban más allá: era la hija del mismísimo Trinity! Y no solo eso, sino que estaba dispusta a todo por ayudar a su padre, incluso a matar a Lundy ante los ojos de una herida a Deb.
Pero el meollo de la cuestión era otro, era Dexter dando caza a un asesino a su nivel, a un asesino despiadado y metódico con el que compartía muchas cosas y del que por supuesto no podía dejar escapar la oportunidad de aprender. Trinity llevaba matando más de 30 años, mantenía lo que parecía ser una familia feliz y nunca había levantando las más mínimas sospechas (hasta que llegó Lundy, claro). Dexter debía matarlo, pero no sin antes pegarse a él lo más cerca posible para poder conocer como actúaba, como pensaba, como llevaba a cabo su ritual y qué había tras ese monstruo. Pero esta cercanía traía consigo una mayor implicación, lo que finalmente le llevaría a encontrarse acorralado por el monstruo: Trinity conocía su identidad y no estaba dispuesto a perder todo lo que llevaba años construyendo.
En este punto nos encontrabamos en la gran season finale, un emocionante capítulo en el que Dexter tenía que actuar contrarreloj, tenía que acabar con Trinity antes de que sus compañeros dieran con él (tras las pistas enocntradas en casa de Christine), y antes de que se acercara a su familia ahora que conocia su verdadera identidad. En su intento de encontrarlo está a punto de ser pillado, pero finalmente logra salirse con la suya y termina con Trinity en su mesa. Tras una charla épica entre estos dos pedazo de personajes Dexter completa su ritual y se dirije a casa convencido de que no acabará como él, de que poco a poco está consiguiendo dejar atrás ese oscuro pasajero que antes le dominaba y que cada vez consigue aplacar más facilmente, él quiere por fin a su familia y está cada vez más convencido de que puede llegar a ser una persona casi normal.
Pero todo esto cambió a 5 minutos del final, del sorprendente final, del finalazo de temporada: Dexter llegaba a casa y para desgarcia de él (y también nuestra) se encontraba con su mujer muerta, desangrada en la bañera, con su hijo llorando en un charco de sangre, como si de un flashback a su infancia se tratara. En ese preciso instante Dexter se daba cuenta de que nunca podría ser normal y de lo que es más siniestro, quizás su hijo terminaría como él.
Por si esto fuera poco, las pesquisas de Deb respecto a las informantes de su padre le había llevado a descubrir cómo fue adoptado Dexter y quién era su hermano, que no era otro que el asesino del hielo. ¿Cuánto tardará Deb en descubrir el secreto de Dexter? Con su astucia y su instinto, creo que no mucho...
Un capítulo final de infarto, una gran sorpresa, un broche de oro para una temporada redonda. Soy el primero que albergaba muchas dudas acerca de la continuidad de Dexter, de si su fórmula se acabaría desgastando de seguir por estos derroteros, pero a la vista de esta 4ª temporada no me queda otra que comerme mis palabras y alabar a todos y cada uno de sus guionistas y de sus actores (en especial a Michale C. Hall y a John Lithgow) por brindarnos una temporada tan perfecta.
7 comentarios:
Desde luego han sabido conseguir que no nos aburramos con nuestro killer favorito, el final es desolador, y avisto cambios en el horizonte de la serie, y puede que no sean malos.
22 de diciembre de 2009, 19:43Si comparamos a la Deb de los primeros capítulos con la Deb del final de temporada, podemos ver su evolución. No olvidemos que ella fue críada por el mismo padre y su instinto la llevará al secreto de Dexter, tarde o temprano. Qué buena temporada, como la disfrutamos y cómo mantuvo el nivel de toda la serie.
22 de diciembre de 2009, 19:50Buen post, me ha gustado mucho tu resumen.
sin duda, su mejor temporada. Lyla y Trinity se hubieran compenetrado muy bien....jajaja. ha sido un temporadon con el que hemos disfrutado como nunca cada uno de sus 12 episodios. Hall y Litghow deberían recoger sendos Globos de Oro porque han hecho papelones
22 de diciembre de 2009, 19:54La temporada que más he disfrutado con Dexter, la finale ha sido espectacular.
22 de diciembre de 2009, 20:05No iba muy convencido después de la horrible tercera temporada, pero hay que reconocer que este año la serie ha mantenido un nivel espectacular. Y Trinity ha sido un gran rival para Dexter.
23 de diciembre de 2009, 1:58Va a ser difícil superar esto.
Hacía siglos que no veía a una serie que nos pusiera tan de acuerdo a todos... en todo. Hay que rendirse a lo evidente y esto es que la cuarta de DExter ha sido de sobresaliente, rozando la matrícula si los secundarios (hablo de Laguerta y Batista) hubieran tenido un mayor peso que aportar a la increible trama principal.
23 de diciembre de 2009, 19:53Tengo fe absoluta que en la quinta, repetiremos tanto elogio.
Coincido con Molti, todos estamos de acuerdo en que la cuarta temporada ha sido la mejor con diferencia y supone una auténtica obra de culto dentro de las series.
25 de diciembre de 2009, 21:28No me quiero ni imaginar lo que nos espera en la quinta temporada (aunque me da mucha pena que no tengamos a Rita en ella...)
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