Cuestión de conexión
Una serie puede ser muy buena objetivamente, como es el caso de Boardwalk Empire, a la que yo le reconozco un nivel excelente, tanto técnicamente como a nivel de guión, pero subjetiva, o personalmente, no consigo disfrutarla como cabría esperar.En este caso concreto, por mucho que me gusten sus personajes, e incluso sus tramas (y más en esta segunda temporada, ya que estaba deseando ver a Nucky acorralado frente a Darmody en ascenso), no consigo conectar con esta Atlantic City poblada de mafias, con la corrupción de sus líderes y con la multitud de personajes que se disputan el poder. Los grandes protagonistas y sus arcos me convencen tanto como para haber llegado hasta aquí, pero me cuesta horrores vencer la pereza para ponerme con cada capítulo.
Por mucho que la crítica y la blogsfera disfrute capítulo tras capítulo, yo no consigo hacerlo, y tras los sucesos acontecidos en la season finale conmigo que no cuenten para la terecera temporada, que no hay que continuar con series que suponen un esfuerzo verlas, y menos si se cargan a uno de tus personajes favoritos como ha sido el caso.
Algo similar me sucede con Mad Men, multipremiada serie con la que yo no termino de conectar del todo. Me costó, pero acabé disfrutando en la recta final de su primera temporada, pero comenzada la segunda me cuesta muchísimo sacar fuerzas para ponerme un episodio, por aquello de que no sucede practicamente nada. Me encuentro estancado en el 2x08, pero además de por pereza también por falta de tiempo, o más bien porque le voy dando preferencia a otras series. Seguiré con ella, al menos hasta finalizar su segunda temporada por el recuerdo de lo bien que lo pasé en al recta final de la pasada temporada, y también porqué no decirlo, con el fin de llegar a la tan cacareada magestuosa cuarta temporada, pero si no me engancha en lo que me resta de segundo año dudo que reuna la paciencia suficiente para continuar.
Caso contrario es el de Treme, por poner otro ejemplo con el que comparten ambas muchas similitudes. Aqui nos encontramos con otra serie compleja, con una temática un tanto difícil y con muchos personajes a los que hacerse, pero al contrario de lo que me ha sucedido con la Atlantic City de Boardwalk Empire, si he conseguido conectar con New Orleans.
Mi relación con la serie tampoco ha sido un camino de rosas, ya que me costó más de la mitad de su primera temporada cogerle el punto, pero una vez conseguido me he quedado enamorado irremediablemente de la serie, de sus tramas y de cada uno de sus maravillosos personajes. Hasta de su música, que hasta el moemnto nunca me habia dicho mucho.
Con esto quiero decir que a veces es cuestión de tener un poco de paciencia con algunas series, sobre todo tratándose de HBO y AMC, porque muchas veces la narración es lenta, se tarda un tiempo en colocar las piezas, encontrar el tono y moldear a los personajes, por lo que la paciencia suele ser recompensada. Aunque desafortunadamente no es siempre así y hay que saber cuando parar. En general suele ser así de siemple, hay conexión entre nosotros y la serie, o no, y en caso negativo no merece la pena torturarnos, que hay mucha serie que ver y disfrutar.
2 comentarios:
Me sucede lo mismo. Boardwalk Empire es una serie estupenda pero no consigo que me llame la atención más allá de lo que puedo ver. Con Mad Men no me pasa, en absoluto.
12 de enero de 2012, 0:02Un saludo!
Lo mío con Boardwalk Empire fue un auténtico flechazo. El Piloto me flipó, y su primera temporada me fascinó. Y lo que me ha pasado con la segunda temporada hace que me case con la serie. ¡QUÉ COSA MÁS GRANDE POR EL AMOR DE DIOS!
9 de febrero de 2012, 23:59En este sentido, creo que es más difícil conectar con Treme, serie con la que curiosamente también conecté desde el principio.
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