Punta Escarlata, la revelación

Punta Escarlata, la revelación

Punta Escarlata llegaba anoche a su fin tras 9 intensos capítulos, y con él conocíamos por fin la identidad de los asesinos de las chicas del camping. Mucho hemos especulado en estas 8 semanas, lo que dice mucho en favor de la serie de Globomedia, ya que ha sabido mantener la tensión y la intriga en todo su recorrido, sin que el ritmo y la intensidad decayesen en ningún momento (ayyy The Killing, no puedo más que acordarme de ti mientras escribo esto...), y lo que es mejor, respondiendo satisfactoriamente a todas las preguntas abiertas hasta el momento.

En una serie de esta naturaleza es practicamente imposible entrar a valorar su desenlace sin entrar en el terreno de los spoilers, así que por tu bien, si todavía desconoces la identidad de los asesinos de camping mejor no sigas leyendo.

En gran parte del tramo central de la serie hemos tenido en el punto de mira a Jero y a Reyes como principales sospechosos de los crímenes, porque era lo que los guionistas querían que creyéramos. Como somos muy listos, sabíamos que no eran más que un señuelo, y que la actitud de Reyes acabaría teniendo otra explicación. Finalmente así ha sido, y ya en el penúltimo episodio habíamos descartado a Reyes, ya que lo suyo no eran más que trapicheos de drogas junto a Jero.

A decir verdad, nunca pensé en Jero como sospechoso, pero después de ver como tenía la sangre fría de matar a Chesca era una posibilidad que no debíamos de descartar. Hacíamos bien porque no tardaríamos en conocer la identidad de los asesinos de Itziar y Anabel: Picazo (padre de una de las asesinadas recientemente), el psicólogo y Jero. No fue una gran revelación, ya que a fin de cuentas quién había matado 8 años atrás no tenía tanta relevancia como quién era el asesino del presente. Aun con todo, la reconstrucción de los hechos me ha gustado, y sobretodo me ha convencido: las violaciones, la muerte "accidental" de la primera niña, el cómo se cargaron a la otra...una escena espeluznante que me dejó muy mal cuerpo, síntoma de que se hicieron las cosas bien.

La gran revelación nos la reservaron para los últimos 15 minutos finales, con Bosco percatándose de que Picazo al declararse culpable de todo lo hacía desde el remordimiento por lo sucedido años atrás, no como autor material de los asesinatos del presente. Se le encendió por fin la bombilla a Bosco y relacionó hechos, testigos y víctimas para dar con la clave: el asesino era Marcos, e iba a por su última víctima, Lucía.

No podemos decir que nos haya cogido a pie cambiado, ya que intuíamos que debía de ser alguien del que nunca hubiéramos sospechado y eso lo convertía en un candidato perfecto. Él era hijo de uno de los asesinos 8 años atrás, y encima lo había presenciado todo junto a Lucía aquella fatídica noche.

No niego que me hubiese molado mucho ver a Carla como autora de los hechos, al fin y al cabo tenía la edad que ahora tendrían las primeras muertas, entrena y tiene la fuerza necesaria para acabar con un hombre, y encima la han tenido desviando la atención desde dentro de la Guardia Civil. Pero no ha sido así y a pesar de ello me he quedado más que satisfecho con la resolución ofrecida a todas las tramas, sobretodo con la muerte de Reyes, un gran personaje que tuvo un final a su altura, la cárcel no le hacía justicia a este peculiar agente de la ley.

Punta Escarlata se despide coronándose como una de las ficciones patrias más dignas, demostrando un buen hacer de principio a fin, y que otra ficción más seria y madura es posible.

Poco a poco vamos haciendo cosas más arriesgadas e interesantes, lo que es de reconocer y agradecer. Lástima que la audiencia, y sobretodo la cadena, no le hayan dado el trato que merecía.